Desde los procedimientos y documentales almacenados en los servicios de transmisión de las bases de datos hasta los eslóganes opositores que dominan los debates políticos, el crimen es un tema constante en nuestro discurso nacional. Pero más allá del entretenimiento y la política; existe la realidad del crimen, y comprender esta realidad es donde entran la ciencia y la tecnología.
Desde siempre ha sido muy importante la recopilación de datos y el método científico para el estudio del delito. Sin embargo, ahora estos componentes clave se han exacerbado y son más importantes que antes. Esto se debe a que la ciencia, referida a ella como experimentos, controles precisos, mediciones con la menor cantidad de error y la mayor cantidad de precisión, investigaciones reproducibles que obtienen una estimación causal, junto con el uso de nuevas tecnologías emergentes pueden llevarnos a resultados positivos, nunca antes esperados.
Mejor vigilancia a través de la ciencia y la tecnología
Esta es la cientificación de la crimen que muchos académicos han señalado. Utilizando éstas herramientas se pueden llevar a cabo una gama de varios proyectos, que van desde el análisis de la propensión de los agentes de policía a disparar sus armas hasta el examen del efecto del alumbrado público sobre la delincuencia. Todos estos son ejemplos de experiencias que hemos desarrollado para mejorar los resultados de gobiernos a los ciudadanos.
La ciencia nos permite realizar experimentos controlados. Por ejemplo, la ciudad de Vancouver no elige aleatoriamente dónde ubicar un refugio para personas sin hogar. Cada invierno, reubican sus refugios con base a información de lo que sucedió antes, durante y después de que el refugio estuvo presente en cualquier lugar determinado, y luego usan esa información para analizar y comprender los problemas de seguridad pública. alrededor de esos lugares. Este es un ejemplo sencillo de una política de planificación.
Policía, Tecnología Y Ciencia
Los departamentos de policía de hoy en día recopilan mucha información y la ponen en formatos en los que se sabe qué está pasando, cuándo y quién estuvo involucrado. Estos grandes conjuntos de datos (registros judiciales, historiales de mala conducta policial, índices de violencia armada y más) son un recurso invaluable para los criminólogos modernos, que destacan las ventajas del uso de big data para analizar distintos temas.
Toda la información recopilada le permite responder preguntas importantes, como, por ejemplo, evaluar el riesgo de que los agentes individuales aumenten la fuerza. En otros casos, hemos proyectos donde analizamos los datos de conducta indebida de un policía, examinando la teoría de la “manzana podrida”. La literatura académica informa que el 3 % de los oficiales comete el 50 % de la mala conducta, lo que sugiere: “Si pudiéramos deshacernos de ese 3 %, de esas pocas manzanas podridas, podríamos deshacernos de una gran parte del problema.
Descubre como te podemos ayudar
La explosión en la disponibilidad de nuevas fuentes de datos y la aparición de nuevas tecnologías de ciencia de datos para hacer uso de dichos datos tiene un impacto significativo en las instituciones públicas y en cómo resuelven problemas y toman decisiones. Ya sea que el objetivo sea mejorar los resultados de seguridad, la equidad, reducir los costos o la ineficiencia. Cada vez más evidencia existe más evidencia sobre lo que funciona o la identificación de nuevas soluciones operativas. El uso de datos se está volviendo esencial para gobernar bien en el siglo XXI.
Nosotros podemos crear un plan de acción eficaz. Adaptamos la estrategia a las condiciones y capacidades locales, lo que requiere una investigación inicial para describir el problema y vincular lógicamente la intervención y el desarrollo de la tecnología necesaria para el proyecto, analizando el alcance para maximizar un resultado positivo.
